Ayer viernes tras una siesta tardía, nos vamos de cena... Aunque bien podría parecer que iba a la montaña: tabardo, gorro y guantes, todo bien enfundado, que el frío en Burgos... pues eso.
Un par de potes, un vinagrillo reseco del "tinglao" (ya le dedicaré entrada, sí) y a cenar... ¿destino? Restaurante Alma.
Un salón para mí un pelín desangelado. No sabría decir porqué. Decoración sobria y todo muy nuevo.
Llega la carta, y primer comentario de mi hombre... "vaya, no me gusta nada". Yo ojiplática... reviso la carta y no entiendo nada... y continúa diciendo "¡¡¡pero si todos los platos principales son dulces!!!".
Empezamos con un Carmelo Rodero, un valor seguro, y cortesía de la casa, una Vichyssoise, caliente por cierto:
Empezamos con un Carmelo Rodero, un valor seguro, y cortesía de la casa, una Vichyssoise, caliente por cierto:
Empezamos por media de Croquetas de gambas con su crema de coral (7€). Ricas, buena textura y sabor potente:
Continuamos con un Rulo crujiente de guiso de mollejas de lechazo, shiitake y demi-glace de trufa negra (12€). Ummm. Está rebozado por hojaldre, no me convence. El sabor del guiso está bueno, pero no delicioso:
Platos principales:
Para David, Lingote de cochinillo asado, salsa de Foie y chutney de "Angulas de monte". No nos convence tampoco. El cochinillo rico, pero demasiada salsa, demasiado dulce... No.
Para mi, Chuletitas de ciervo sobre puré de membrillo y cebolletas asadas. Tampoco me convence. La carne... ni me preguntan como lo quiero. Estaba sin más. Tiesa... pero es ciervo, vale. La salsa es de membrillo... así que dulce, claro. Y para rematar, la cebolleta asada... sin sabor, la sensación que me da es de una cebolla cocida y luego pasada por la plancha.
Llega el turno del postre, pero tras unos platos insulsos y dulces... ¡¡Pues eso!! ya hemos tenido ración de dulces, así que directamente pasamos al café, que de remate, no está bueno tampoco.
Resultado:
No nos ha gustado nada. El local frío. La atención buena, pero quizá el camarero demasiado rapidito en retirar los platos. La comida regulera. Sin gracia. Una carta aburrida. De remate, me cobran 1.6€ cada panecito lo que me ofende enormemente.
No lo recomiendo en absoluto.