domingo, 15 de noviembre de 2015

Opciones

Recuerdo cuando tuve que tomar decisiones "difíciles" ... en su día tuve que elegir entre mantener un trabajo estable, cómodo, en Bilbao y "de lo mío -informática-" o irme a hacer un master (International MBA) y acabar en algún lugar del mundo en temas de comercio exterior... La decisión me costó una tarde de lágrimas. Pero estaba tomada. Me fuí.
Durante un tiempo, quizá el más despreocupado y feliz de mi vida, las decisiones más difíciles que tuve, eran ir a la playa o a la montaña, si tomarme una caipirinha o dos, o si en lugar de cachaça preferia caipiroska.
Después las cosas no fueron tan fáciles. Las opciones estaban, pero quizá yo no estaba para cogerlas. Tras el fallecimiento de mi hermana, nada volvió a ser lo mismo. Ni tan siquiera yo.
Pero tras la tormenta llega la calma. Y siempre que llueve escampa que dice mi madre... y no sé muy bien cómo, un día vuelves. Pero ya no eres la misma. Yo, más mis experiencias buenas y malas... me cambiaron. ¡¡¡Me cambiaron tanto!!! Lo que antes valía ya no valió mas. Pero las opciones volvieron a estar delante de mí. De nuevo.

Elegí. Mal en mi vida personal. O bien. Según se mire. Me equivoqué. Y esto duele.
Volví a elegir. Mal en mi vida laboral. O bien. Mal, creo que mal. Pero ya no tiene vuelta.

Y de todo eso he aprendido.

Y vuelvo a estar en un punto "lleno de opciones". Y a la fuerza ahorcan. Y el buey tira del arado pero no es de agrado... Y creo que mi madre, terminaría la frase diciéndome eso de "mujer refranera, .... y ventanera!".

A lo que iba... OPCIONES.
Jo, hubo un momento de mi vida, ese momento "caipirinha" en el que escribí en el blog:

Echo de menos muchas cosas. A veces estoy triste. Muy triste. A veces estoy feliz. Muy feliz. A veces mi cuarto de São Paulo, me recuerda al de Madrid. Sentada delante de la mesa, leyendo, estudiando, pensando, resacosa, despierta, dormida, triste, feliz, llorando, riendo... viviendo.
Viviendo. No todo es bueno, pero sí lo es casi siempre. Lo bueno es buenísimo, y lo malo es caer hasta el fondo. Pero viva, conociendo. Esa es la esencia, no? Por lo menos es la mía. Me siento viva haciendo lo que hago. Como diría aquel: conociendo, viendo opciones para elegir, qué hay mas bonito?
Durante muchos años he seguido un camino, no mi camino... he seguido una trayectoria que me ha llegado sin yo hacer nada para cambiarlo... [Ver]

Ahora necesitaría un gran gráfico para plasmar mis opciones. Pero ¡coño!, ninguna es buena. Ninguna es la opción que quiero para mí. Ninguna opción es la menos mala. O sí. Pero no lo veo.

Así que esta entrada, la dedico a las OPCIONES. Puñeteras Opciones. Benditas opciones

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